“El Verbo hecho carne. El Pan de la vida. La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados. El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos propios. La Palabra, para ser dicha. La Verdad, para ser proclamada. El Camino, para ser recorrido. La luz, para ser encendida. La Vida, para ser vivida. El Amor, para ser amado. La Alegría, para ser compartida. El sacrificio, para ser dado a otros. El Pan de Vida, para que sea mi sustento. El Hambriento, para ser alimentado. El Sediento, para ser saciado. El Desnudo, para ser vestido. El Desamparado, para ser recogido. El Enfermo, para ser curado. El Solitario, para ser amado. El Indeseado, para ser querido. El Leproso, para lavar sus heridas. El Mendigo, para darle una sonrisa. El Alcoholizado, para escucharlo. El Deficiente Mental, para protegerlo. El Pequeñín, para abrazarlo. El Ciego, para guiarlo. El Mudo, para hablar por él. El Tullido, para caminar con él. El Drogadicto, para ser comprendido en amistad. La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga. El Preso, para ser visitado. El Anciano, para ser atendido. Para mí, Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida. Jesús es mi único amor. Jesús es mi Todo.”
Un interesante concepto de Jesús, digno de imitar, pero difícil
ResponderEliminarNo cabe duda que Madre Teresa fue un ser humano que vivió su vida terrenal con la clara misión que Dios manda. Un claro concepto de Jesús. Una entrega entera al amor de Dios. Un ser excepcional, que dejó huellas imborrables en el corazón de todos a quienes ayudó a quienes la vimos ayudar alabar a Dios con sus mensajes y acciones. Que viva por siempre Madre Teresa!, porque para muchos aún vive!
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